Con once metros y medio de eslora y tracción de catorce remos, esta falúa es la única conservada de la flotilla de Carlos IV, que inició en Aranjuez, en sus años de Príncipe de Asturias, con una fragata de diez y seis cañones, otra de diez, una falúa grande que montaba dieciséis remos, un jabeque llamado San Gabriel, un caique traído de Constantinopla, una lancha que se aparejaba de balandra y un bote chico. A lo largo del reinado se sumaron otras embarcaciones, como ésta, también la llamada falúa real de Aranjuez, pintada por Vicente Gómez en 1790, o la barca chinesca que navegaba en el pequeño Estanque de los Chinescos del Jardín del Príncipe de Aranjuez, obra del maestro escultor Felipe Salbe, bajo la dirección del capitán de fragata de la Real Armada D. Alfonso del Águila.
Esta falúa construida en Cartagena corresponde a los primeros años del siglo XIX y destaca por la decoración pintada que durante un tiempo estuvo atribuida sin fundamento alguno a Mariano Salvador Maella. Esas pinturas se reparten por el casco –entre la borda y la línea de flotación– y el respaldo de los asientos. En el casco, la decoración vegetal de palmas y guirnaldas enmarca parejas de veneras, escudos de los Reinos de España y diversos símbolos de la Majestad española. En el respaldo corrido ocupa lugar central el escudo de España y en los cuatro ángulos, sostenidos por genios, los de las órdenes militares españolas de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa. En 2003 Patrimonio Nacional adquirió el dibujo preparatorio de la decoración pictórica (nº inv. 10222328), con sus seis motivos y respectivas leyendas: “Respaldo de la Greca”, “La Encinta”, “Forro de Popa”, “Tablero de Proa”, “Forro de encima del Durmiente” y “La Bocal”.
La escultura, en madera tallada y dorada, se reparte entre la proa, los ángulos del pabellón y la popa. Sobre la proa, apoyado en una venera y con granadas a sus pies, está la figura de un amorcillo sujetando una alabarda, que en origen debía de ser un tridente, y en los cuatro ángulos del pabellón otras tantas Famas hacen sonar sus trompetas. En popa destaca la cabeza de Medusa con corona de flores situada al pie del escudo de armas policromado, con cuarteles primero y cuarto de gules con castillo de oro, correspondiente a Castilla, cuarteles segundo y tercero de plata con león rampante de gules, de León, y escusón de gules, no de azur como debiera, con las tres lises de oro de la Casa de Borbón. Todo está rodeado por el Toisón de Oro y rematado con la corona real de España. Ese conjunto heráldico se asienta en una gran venera, con follaje y tridente, flanqueada por dos delfines. Otras tallas menudas, de puntas de flecha, ojivas, veneras y lises, también doradas, se reparten por el casco, avanzando motivos decorativos, sobre todo los primeros, ya propios del periodo fernandino.
Esta misma embarcación navegando por el Tajo, con Fernando VII en popa, está representada en el cuadro de Fernando Brambilla Vista del puente llamado de barcas, y de la Falúa Real (inv. 10011866).