Escena de taberna
David Teniers el Joven (1610-1690)
Descripción
Esta obra representa la típica escena de fumadores en un interior de taberna del citado autor, tema en el que llegó a convertirse en un verdadero experto, siguiendo muy de cerca los modelos creados por Adriaen Brouwer (1605-1638). Como es habitual en el pintor, Teniers repite en esta composición figuras y detalles de otras versiones, pero aportando variaciones en la organización del espacio y en la propia configuración de los personajes, que hacen que esta escena resulte totalmente novedosa. En esta ocasión, los aldeanos fumadores de tabaco que se disponen en primer término conforman un número de cuatro, de los cuales tres de ellos destacan por el acompasado juego cromático de sus vestimentas, mientras que el cuarto, ataviado en tonos muy pardos, se pierde en la penumbra del ambiente interior de la taberna. El de la derecha es un hombre de pie con casaca amarilla y calzas de color malva, modelo que Teniers repetirá en otra composición posterior para un solo fumador del Musée J. P. Pescatore de Luxembourg (Inv. 341). Frente a él, otro con camisa blanca rellena la pipa del tabaco, que hay en el interior de un papel dispuesto sobre una pequeña mesa, y en el centro, el tercer personaje con una gorra de color rojo muy brillante reproduce otro de los ejemplos más repetidos del artista, el que con su mirada perdida hacia el infinito representa el deleite del placer del tabaco, y toda la connotación crítica que conlleva su consumo. Arriba a la derecha, se asoma por un pequeño hueco de ventana una mujer tocada de blanco, que contrasta fuertemente con la pared parda de la estancia. En la escena del fondo, otros cuatro aldeanos se encuentran fumando y bebiendo junto a una chimenea, de la que sale un leve reflejo de las llamas, y sobre la que cuelga un dibujo sobre papel con una figura masculina, que suele aparecer como decoración de otras tabernas de Teniers. Fuera del grupo, un poco más apartado, aparece otra figura masculina de espaldas al espectador y contra la pared haciendo sus necesidades, otro pormenor típico del género. Todo este fondo está concebido en un uniforme color monocromo que hace resaltar aún más al grupo principal. Las vasijas, toneles y otros enseres están tratados con la característica factura precisa de Teniers, cobrando un gran protagonismo, que los hace convertirse en auténticos bodegones. Algunos detalles como el perro durmiendo o la boquilla de la pipa sobre el suelo, son también muy frecuentes en este tipo de escenas.
La técnica y el concepto de espacio muestran una similitud clara con otros originales del artista. Varios elementos, como la preocupación del pintor por concebir la escena con una amplitud espacial, o la búsqueda de una mayor expresividad mediante la utilización de una factura más suelta y un colorido más brillante, nos permite poder encuadrar la obra en torno a la década de los cuarenta, cuando ya se empieza a notar un cambio con respecto a sus composiciones anteriores.
En el cuadro destaca claramente la conservación de los colores originales del grupo protagonista con los tonos perfectamente integrados. La firma es también original y su grafía es similar a otras tantas firmas autógrafas del pintor, como la que aparece en la versión de los Fumadores (Prado, P1569) o en Jugadores de cartas de colección privada inglesa.
Gracias a la presencia del número 698 en rojo carmín que aparece en la parte inferior izquierda del cuadro, podemos establecer su procedencia de las colecciones reales españolas. En primer lugar, se puede reconocer la obra con la que aparece mencionada con el número 698 en el apartado de las “Pinturas entregadas en dhas. Casas Arzobispales a Dn. Santiago de Bonavía”, dentro del nuevo inventario de pinturas que se realiza con numeración en 1747 tras el incendio del Alcázar de Madrid. Allí se puede reconocer por el número, tema y medidas, registrándose en el mismo asiento junto a su pareja: “Dos lienzos de tres cuartas de ancho, y media Vara de alto de Bamboches del mismo autor a tres mil rrs. Cada uno importan seis mill. Ello nos permite asegurar que el cuadro procede de las colecciones reunidas en el Alcázar de Madrid durante la segunda mitad del siglo XVII, pero las pinturas con este tipo de temas, al no llevar ningún tipo de marcas o numeración, son muy difíciles de reconocer en los Inventarios anteriores del edificio, -1666, 1686 o 1701-.
El interés de los reyes españoles por este tipo de pintura de género, no sólo se dejó sentir en los últimos Austrias, Felipe IV y Carlos II, sino también en los Borbones del siglo XVIII, quienes continuaron coleccionando pinturas de esta naturaleza del artista. Esta es la razón por la que esta escena de Fumadores se localice en una de las habitaciones reales de la planta principal del Palacio Nuevo de Madrid en la Testamentaría de Carlos III de 1794, concretamente en la llamada Pieza de Trucos, actual Antecámara oficial o del rey, donde se encontraba junto a otras obras de género. En dicho Inventario aparece perfectamente descrito en el asiento junto a su compañero, al cual se ha dado ya un número distinto (el 693): “698 y 693. Dos de dos tercios de largo y media vara de alto: el primero varios hombres fumando, y una vieja que se asoma por la ventana: y el segundo otros fumando y jugando a los naipes junto a una Chimenea: a dos mil reales cada uno importa 4.000”.
Tras la invasión napoleónica, la pintura desaparece de las colecciones reales españolas, pudiéndose localizar desde fecha muy temprana del siglo XIX en colecciones privadas fuera de España. Algunas inscripciones conservadas en el reverso del bastidor del cuadro o en varias etiquetas pegadas sobre el mismo nos permiten confirmar su paso por distintos propietarios.
Ficha técnica
Bibliografía
- Nuevo ymbentario que se forma de las Pinturas que se reserbaron del Ynzendio de Palacio y actualmente se hallan en las Casas Arzobispales, AGP, Sección Administrativa Leg. 768, exp. 9.
- Fernando Fernández-Miranda, Inventarios Reales. Carlos III, Madrid, 1988, T. I, p. 17, N. 53.