Esta vista del puerto de Sète está centrada en el muelle de Saint-Louis, sobre el que destaca al fondo la fortaleza de Saint-Pierre, construida en 1740 para defender a Séte de los ataques regulares de las armadas extranjeras. Función militar que mantuvo hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.
Dominan la escena una inmensa quietud, ante un espacio portuario vacío, y la textura alisada y reposada de las aguas del muelle.
Los grabadores de Le Monde illustré se sirvieron también de esta imagen para documentar la apertura de la nueva línea férrea en 1857. La fotografía de Le Gray se transforma en una ilustración que sigue las reglas y convenciones de este tipo de imágenes, haciéndose más atractiva y legible para el público.
Textos: Reyes Utrera Gómez