"Glaciar Perito Moreno, Patagonia, Argentina". © Sebastião Salgado. 2007
Exposición
Sebastião Salgado y las Colecciones Reales. Encuentros en torno a la fotografía de paisaje
Palacio Real de Madrid
Desde el 31 de mayo hasta el 04 de septiembre de 2022

Fotografía de paisaje

La fotografía de paisaje rinde homenaje a la formidable riqueza de nuestro planeta. A través de la mirada de diversos fotógrafos, exploramos la relación entre el hombre y la naturaleza, y nos aventuramos a redescubrir nuevas formas de percibir el mundo.

En pleno desafío por la sostenibilidad, esta exposición nos invita a viajar por hermosos paisajes de la mano de sus creadores. Cerca de veinte fotógrafos del siglo XIX y principios del XX ilustran la muestra con obras procedentes de las Colecciones Reales de Patrimonio Nacional. Custodiadas en el Archivo General de Palacio y en la Real Biblioteca, estos fondos surgen principalmente gracias a la fascinación de Isabel II por la fotografía, que impulsó la llegada a España de pioneros como Charles Clifford, William Atkinson o Jean Laurent. Por aquel entonces, estos autores viajaban para fotografiar obras públicas o eventos culturales, pero a menudo su cámara se posaba en los entornos naturales que iban descubriendo: una pluralidad de bosques, montañas y mares infinitos.

Un siglo después, Sebastião Salgado, Premio Príncipe de Asturias de las Artes 1998, se lanzó a capturar la naturaleza más grandiosa, desconocida y carente de toda huella humana. En diálogo con la fotografía antigua, el paisaje se convierte así en hilo conductor con el que alcanzar la experiencia de lo sublime. Esto provoca que fotografías tan alejadas en tiempo y lugar guarden sorprendentes parecidos y que, al situarlas en paralelo, nos ayuden a reflexionar sobre nuestra relación con el entorno y alertar sobre sus riesgos.

Sebastião Salgado

Figura clave de la escena fotográfica actual, Sebastião Salgado nació en la pequeña localidad brasileña de Aimorés en 1944. Se formó como economista en São Paulo, y cuando trabajaba en Londres para la Organización Internacional del Café, a principios de la década de 1970, viajó por África en misiones con el Banco Mundial, fotografiando los paisajes que iba descubriendo. Sumamente conmovido por aquella experiencia, abandonó su carrera y se adentró de lleno en el mundo de la fotografía, trabajando con las agencias Sygma, Gamma y Magnum Photos. En 1994 fundó con su esposa, Lélia Wanick Salgado, la asociación Amazonas Images, destinada a gestionar todo su trabajo: un vasto compendio de imágenes fruto de sus viajes por más de 120 países.

Bajo la uniformidad del blanco y negro, y con un magistral dominio del claroscuro, la fotografía de Salgado es un canto universal a la riqueza y el valor de la vida. Su mirada se posa sobre diversos escenarios del planeta, especialmente aquellos maltratados por las sociedades del primer mundo y aquellos, escasos, que aún perviven libres de toda huella humana. En ambos casos, a través de sobrecogedores retratos y paisajes, Salgado explora las nociones de lo bello y lo sublime poniendo el acento en su vulnerabilidad. Son rincones amenazados cuyo retrato revela las principales preocupaciones del fotógrafo: la injusticia social y la degradación ambiental.

En un intento por aportar su grano de arena, él y su esposa Lélia iniciaron el proyecto Instituto Terra con el propósito de reforestar la granja donde el fotógrafo se había criado en Aimorés. Desde comienzos de los años 2000, han plantado allí más de dos millones de árboles que, con sumo cuidado, tiempo y paciencia, han devuelto a la zona su ecosistema original. Cientos de especies de plantas y animales conviven ahora en un anterior páramo, demostrando que todavía se puede albergar la esperanza de preservar este planeta que todos consideramos nuestro hogar.

Lo sublime

Tanto en la fotografía de paisaje del siglo XIX como en la obra de Salgado, los fotógrafos rinden homenaje a la naturaleza en su estado puro, retratando los elementos primigenios que confluyen en su creación —tierra, aire, agua y fuego—, transformando así nuestra percepción del paisaje y nuestra relación con él. Es aquí donde emerge la noción de lo sublime formulada por Edmund Burke en su tratado Indagación filosófica sobre el origen de nuestras ideas acerca de lo sublime y de lo bello (1757), describiéndola como esa sensación de insignificancia que nos invade al contemplar la inmensidad de la naturaleza. Este concepto universal de lo sublime trasciende las barreras geográficas, cronológicas y culturales, provocando que un impresionante glaciar alpino fotografiado en el siglo XIX nos conmueva tanto como una muralla vegetal alzándose en los bosques más frondosos del planeta.

Para ilustrar esta relación del hombre y la naturaleza, las obras de las Colecciones Reales han jugado un papel fundamental. Como tejedoras iniciales de ese hilo conductor de la fotografía de paisaje que llega hasta nuestros días, con ellas recorremos selvas, desiertos, montañas y lagos. Nos embarcamos así en un viaje desde las antiguas posesiones españolas en la región de Guinea y Filipinas, que nutren el relato histórico de nuestro país y constituyen un importante registro visual; hasta la majestuosa geografía europea, con los Picos de Europa o los montes alpinos, cuyas espectaculares vistas dan cuenta de ese desafío por capturar la naturaleza más grandiosa pero también la más pintoresca.

De esta forma, la fotografía de paisaje no solo constituye un acercamiento hacia lo sublime, con el que indagar en nuestra esencia y nuestra relación con la naturaleza, sino también un importante documento histórico con el que explorar los hitos y avatares de nuestra historia, e incluso las costumbres, creencias y anhelos de aquellos que nos precedieron.

Multimedia

Información

ORGANIZA
Patrimonio Nacional y PHotoESPAÑA
PATROCINA
ACCIONA
ENTRADAS
Acceso a la exposición por C/ Bailén frente a C/ Requena (entrada de grupos). Coste de la entrada: 5€
LUGAR
Palacio Real de Madrid. Salas de exposiciones temporales Génova
FECHA
Desde el 31 de mayo al 04 de septiembre de 2022
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